¿Qué sabes sobre la celulitis?

En primer lugar aclarar que la celulitis, la piel de naranja y la grasa localizada vienen a ser lo mismo y es un trastorno muy común. La mayoría de mujeres mayores de 30 años lo sufren en mayor o menor grado. La celulitis surge al crecer el depósito de tejidos grasos, mientras que las fibras de tejido conectivo permanecen iguales. Esto da a la piel el característico aspecto de “piel de naranja”.

El aumento del tejido graso mientras que las fibras de tejido conectivo permanecen iguales da a la piel el aspecto de «piel de naranja»

• Genética
  La herencia genética determina nuestra estructura corporal. Esto hace que determinados factores genéticos como los que determinan la formación, acumulación y destrucción de tejido graso, los niveles de insulina en sangre o los problemas circulatorios influyan en la aparición de la celulitis.
• Estrógenos
  Los estrógenos son una hormona exclusiva de la mujer. Cumplen muchas funciones a lo largo de la vida, desde la diferenciación sexual en feto y pubertad, a regular el ciclo menstrual. Los estrógenos estimulan la formación del tejido graso. Por ello, niveles altos de estrógenos activan la aparición de la celulitis.
• Factores externos
  Los hábitos y el estilo de vida juegan un papel fundamental en la aparición de la celulitis. Una vida sedentaria, mala dieta y hábitos poco saludables como el tabaquismo, influyen notablemente en la aparición de la celulitis.

• Celulitis dura o limitada
  Es la forma más leve. En ella la piel presenta engrosamiento. Esta limitada, ocupando zonas delimitadas, sin causar grandes deformaciones de la zona afectada. Solo al apretar la piel aparecen las protuberancias características que le dan el nombre de piel de naranja.
  Esta forma es bien tolerada estéticamente y no conlleva otras complicaciones asociadas.
• Celulitis blanda o difusa
  Es la forma más frecuente. Afecta a todo el cuerpo, en especial la zona pélvica haciendo que la piel se engrose en mayor o menor medida, provocando una deformación visible a simple vista.
  Este tipo lleva asociadas complicaciones como varices, sensación de fatiga, pesadez de piernas o dolores nocturnos.
• Celulitis edematosa
  Es la más grave pero menos común. Generalmente solo se da en personas con obesidad. En ella se observa una piel lustrosa con lesiones atróficas.
  Síntomas como la astenia, fatiga y bajo tono muscular son característicos de este tipo de celulitis.

Hay que destacar que aunque se clasifiquen estos tres tipos, pueden aparecer combinados y con diferentes niveles de intensidad.

Existen tres tipos de celulitis: dura o limitada, blanda o difusa y edematosa.

Éstos pueden aparecer combinados y con diferentes niveles de intensidad

• Tratamientos conductuales
  Adecuar nuestros hábitos a un estilo de vida saludable, con una dieta hipocalórica combinada con ejercicio es la principal medida para reducir los efectos de la celulitis.
• Tratamientos mecánicos
  Existen varios tratamientos relativamente invasivos que han demostrado su eficacia contra la celulitis, al menos de manera temporal. Se basan en la reestructuración mecánica del tejido graso así como el drenaje mecánico de líquidos.
• Tratamientos tópicos
  Existen en el mercado multitud de cremas que ayudan a reducir la celulitis. Su efectividad varía en función de sus ingredientes.
  Estos tratamientos tan solo afectan a las capas más superficiales de la piel.
• Tratamientos nutricosméticos
  Los productos nutricosméticos complementan nuestra nutrición con principios activos que mejoran nuestra piel, actuando desde el interior; la mayoría de ellos con ingredientes que estimulan el metabolismo.

• Extractos naturales como el Café Verde o el extracto de Té verde que contribuye a reducir la masa grasa, gracias a su efecto quemagrasas.
• Extracto de Pino Marino que ayuda a mejorar la microcirculación
• Cromo que ayuda a controlar el apetito, ya que contribuye al metabolismo normal de grasas, hidratos de carbono y proteínas.

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